Qué es la vida, sino un constante laberinto, en el que es más fácil estar perdido y caer en el olvido, que luchar contra el sino, dar con la salida y hallar la verdadera vida. Solo de los errores aprenderemos, pero cuántos errores hay que cometer para aprender. Para eso, la vida no es larga ni corta, ya que solo importa lo que tú, como persona, estés dispuesto a hacer, a llevar a cabo, hasta tal extremo, que el cabo ceda cansado.
Solo entonces, habrás aprendido, lo que tiene sentido y lo que no. No obstante, recuerda, para ello sé tú mismo, porque si no lo haces, date la vuelta, regresa y empieza, de nuevo, de cero, ya que la búsqueda de la vida conlleva la búsqueda de uno mismo, de la personalidad, y si te pones otra piel, tarde o temprano, chocarás con la realidad.
Un dolor,
cercano pero lejano,
palideces
pierdes color,
ya no manda tu mano.
Ya no creces,
aunque si el temor.